EL CONTADOR DE ABEJAS MUERTAS. Memorias de un músico clandestino. Salvaje canción a nuestra contracultura 70´s.

EL CONTADOR DE ABEJAS MUERTAS. MEMORIAS DE UN MÚSICO CLANDESTINO.

En El contador de abejas muertas, nos asomamos a unas memorias apasionantes, situadas en las inciertas décadas de los 60 y 70 en España. La historia nos sumerge en una aventura llena de divertidas y amenazantes situaciones en las que el autor, hijo de un funcionario alemán nacionalsolcialista, se vuelve revolucionario después de conocer a un infiltrado anarquista que acudía a captar jóvenes en las charlas que se daban en el Círculo José Antonio, de Valencia.

A partir de ahí, su vida se convierte en una continua huida, perse­guido primero por el franquismo y luego por el integrismo talibán de los dirigentes del último grupo revolucionario al que perteneció. El contador de abejas muertas, siempre agarrado a su guitarra y a su espíritu idealista, vive por azar una vida de aventura, peligros y bohemia que le lleva a recorrer Europa, cantando bajo un nombre falso, canciones revolucionarias en mítines. Mientras, por las noches, escucha a escondidas a Dylan y a los Rolling Stones y busca compartir compañía y experiencias con gente iconoclasta y vividora al margen del dogmatismo de partido.

Bernardo Fuster 03Bernardo Fuster, además de cofundador junto a Luis Mendo de la banda de folk rock Suburbano y compositor de más de veinte bandas sonoras para películas y series de televisión, es autor del libro Piratería libertaria en el Caribe, un libro-disco sobre los Hermanos de la Costa, cofradía pirata de Isla Tortuga, que dominó las Antillas durante sesenta años. Entre sus canciones más conocidas, compuestas junto a Luis Mendo, están La Puerta de Alcalá, Makinavaja, Arde Paris, Me cago en su Excelencia y la canción que les encargó Berlanga para su última película París-Tombuctú.

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