John Harris nació y creció en el sudeste de Londres, pero a los 18 años, se dio cuenta de que la vida real no se encontraba en la city londinense ni en el mundo previsible que le había sido destinado. «Por suerte», confiesa, «mi chica me dejó y fue entonces cuando abrí los ojos. Si no me hubiera dejado, me habría casado, tendría un coche, una casa y niños». El siguiente año decidió irse solo a Egipto y desde entonces no ha parado de viajar, trabajar a salto de mata y vivir de manera alternativa en algún lugar, hoy desconocido, del sudeste asiático. El mochilero nos da todas las claves de su manera de entender el mundo.
«Los viajeros siempre me preguntan cuál es el mejor sitio en el que he estado, y siempre les doy la misma respuesta. Nunca es el país, es la gente con la que te encuentras, la que conforma tu punto de vista de un lugar, te des cuenta o no. He visitado islas espectaculares en Las Maldivas, pero realmente no lo he pasado bien. Me he metido en agujeros infestos de la India y no he parado de reírme todo el rato». Ésta es la filosofía que John Harris ha querido transmitir en la biblia de los mochileros:
