Un inédito de Jesús Velasco, El Vuke: Con Bisbal en Venezuela

El-Vuke-con-BisbalMás allá de las nubes, el excelente diario de viajes de Jesús Velasco, El Vuke, está arrasando en las librerías.

Ofrecemos en primicia un adelanto del segundo libro del Vuke: su inesperado encuentro con David Bisbal en Venezuela.

I Hoy me levanté como Luther King, había tenido un sueño.

Soñé que volviendo de Caracas había coincidido con David Bisbal, que habíamos hablado de cómo me colé en los ensayos del concierto que dio el día anterior en el hotel Eurobuilding, soñé que le preguntaba si le gustaba leer, soñé cómo le regalaba un ejemplar que de casualidad llevaba en la mochila por estar de promoción en Venezuela, soñé que le hizo mucha ilusión y que me pidió que se lo dedicara, soñé las risas que nos pasamos cuando le decía que normalmente era él el que firmaba a sus fans, soñé que la despedida fue:»nos veremos más allá de las nubes».

Desperté sudando y me fuí a Fnac, pregunté por el libro donde una chica muy amable me dijo que le parecía un título precioso, que invitaba a leerse pero que no lo tenían ni se podía encargar. En el Corte Ingles simplemente me dijeron que no lo tenían dejándome con la palabra en la boca.

Soñé que ese chaval tiene 2.107.867 seguidores en Twitter y muchos millones más en el planeta tierra, no quise soñar más, para que…

Beso roto

Vuke

II

– Te vi ayer en el Eurobuilding, yo estaba allí hospedado.

– Ah si, ¿y le gustó el concierto?.

– Bueno, es que yo fuí al ensayo del viernes, al concierto al final no fuí.

– ¿Ah si?, y ¿Como entró usted al ensayo?

– Me colé… es que escuché tu voz inconfundible, noté que era en directo y entré a ver qué había.

El chico me miraba entre extrañado y divertido, estábamos muy cansados después de un largo vuelo y comenzamos a charlar sobre próximos proyectos en Venezuela y ayudas a Unicef.

Caminamos los interminables pasillos del aeropuerto, pasamos el control de policía y llegamos al tren donde nos sentamos juntos y aproveché para preguntarle:

– ¿Te gusta leer?

– Si, claro – me contestó.

– Pues qué suerte has tenido de encontrarme, estoy de promoción y este libro lo publiqué la semana pasada y de casualidad llevo uno para ti.

– !!Ole!!, mushas gracias! pero dedícamelo, no?.

Comencé a escribir… «Para mi admirado David…» pero me sentía raro firmando autógrafos…

– Pero es al reves tronko, eres tú el que suele firmar ¿no?

– Jajajaja sí, eso es, jajaja, pero dale, dale por favor.

«Para mi admirado David, qué suerte tenemos de hacer lo que nos gusta»

Hablamos de cine, de fútbol, de India…

Cuando salimos del tren me dirigía al ascensor, pero me invitó a acompañarle por las escaleras macánicas para que no le acorralasen y tener una vía de escape. Me contó sus estrategias, ir siempre con una gorra, llegar el último al avión, gafas de sol, cabeza gacha y…

– Ahora en la cinta de las maletas me voy a mi sitio.

– ¿A esconderte?

– Sí, tío…

– Bueno, tío, ya nos veremos por aquí, en Bogotá, que me voy el martes o más allá de las nubes.

– Sí, y gracias por el libro.

– De nada, espero que te guste.

– Ya te diré… En Bogotá ve a «Andrés Carne de Res».

Mientras esperábamos las maletas, al fondo de la sala, a lo lejos, había un chico sentado con gorra y gafas de sol, mirando al suelo. Nadie reparaba en él.

OTro BesOTe

Vuke

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